¿De qué sirve hablar de Clima Organizacional en una empresa, sea la que sea, una microempresa con 3 empleados o la multinacional con cientos o miles de empleados? Pues no sirve de nada si nos ubicamos en el año 1870, donde los obreros (tratados como animales de carga en el peor contexto) debían cumplir sin importar fuese niño u hombre anciano, pues bien saben que las mujeres no podían hacerlo.
Ahora bien, ¿de qué sirve hablar de Clima Organizacional en la contemporaneidad? Algunos pensaran que de poco o nada, o por otro lado, ni siquiera se enteran de la importancia de eso que llamamos Clima Laboral. Y que como es poca cosa hablar de eso llamado Clima, mejor es hablar de las ganancias del último mes o de las perdidas percibidas en el trimestre.
Seré breve y les diré solo dos cosas para mostrarles la importancia de eso llamado Clima Organizacional. En primer lugar, en 1870 se hablaba de clase obrera, hoy hablamos de empleado o colaborador y dos, el Clima lo es todo en una empresa, desde la más pequeña a la más extensa, pues eso llamado Clima, que es donde interacciona el equipo de trabajo orientado hacia un mismo objetivo para la consecución de tareas o metas propuestas, no solo sirve para la potencialización de la empresa, sino también para la potencialización de cada persona en particular.
Cuando hablamos de Clima hablamos de equipo, de empresa organizada que sabe de dónde parte, cómo lo hace y hacia donde ha de llegar. Y eso gracias a la articulación no solo de cada equipo de trabajo sino también en cada persona que sabe articularse y empoderarse. Una empresa que sabe manejar su Clima Organizacional, -que aclaro, es diferente en cada una, pues sus dinámicas son diferenciadas de otras empresas- es símil a una célula en su funcionamiento interno y externo.
Todo es una agradable sinfonía, donde cada instrumento está bien afinado y todos acompasados a la cadencia del ritmo que se marca por el director. Eso es Clima Organizacional (en una de sus partes).
